“Es necesario aprender a aceptar la diversidad que existe entre todos y todas para comenzar a evolucionar”
Todos y todas tenemos diferencias personales como los gustos e intereses, la cultura, la religión, el idioma y los valores, lo que nos hace personas únicas en el mundo, pero con los mismos derechos y deberes. También solemos diferenciarnos por nuestro género, y esto nos lleva a hablar de equidad de género.
En definitiva, tanto hombres como mujeres tenemos diferentes puntos de vista, gustos, intereses, valores, características físicas y emocionales. El secreto para la base de una convivencia pacífica y la equidad de género está precisamente en aceptar y respetar dichas diferencias.