28/8/15

¿Cómo saber si mi hijo es víctima o victimario de matoneo o bullying?

Para empezar a hablar de matoneo o bullying, es importante aclararte que significa este término tan común y evidente en las escuelas durante los últimos años. 



Se trata de una forma de tortura en niños, niñas, adolescentes y jóvenes, donde someten a maltrato a un compañero(a). Cualquier forma de maltrato físico, psicológico o verbal que se ejerce sobre un niño, niña, joven o adolescente durante un tiempo prolongado es considerado como matoneo o bullying. Lo cual provoca efectos negativos, no solo en las victimas, sino también en los responsables de las agresiones o violencia, igual que en quienes observan y son testigos de las agresiones. El bullying no sólo da miedo y provoca incomodidad, puede causar un daño emocional grave y duradero en una persona.



Por ejemplo, sobre quienes reciben la agresión, el bullying puede causarles depresión, ansiedad, baja autoestima, consumo abusivo de drogas, deserción temprana del sistema escolar y hasta sentimientos suicidas. Para quienes realizan las agresiones, los efectos pueden ser ansiedad, soledad, mal humor o trastornos psicosomáticos. Finalmente, quienes son testigos de las agresiones pueden volverse temerosos(as) a ser víctimas en algún momento, y sienten frustración porque piensan que con su silencio están siendo cómplices de las agresiones.

Es necesario supervisar a los y las estudiantes tanto en horas de clase, como en en el patio, así como en el comedor, para detectar si esta o no ocurriendo algún caso de acoso escolar. Profesores y acudientes deben estar siempre presentes y pendientes.

Padres y madres: habla con tu hijo o hija, escucharlo con total atención, tener una buena comunicación con la escuela, puede detectar casos de bullying a tiempo, y podras brindar la ayuda necesaria para resolverlo.

Por lo anterior, la Secretaría de las Mujeres y la Equidad de Género, a través del Programa Crisálida brinda el acompañamiento y apoyo, con un equipo de agentes psicosociales integrado por profesionales dispuestos a brindar la asesoría y guía necesaria en estos casos; el servicio es totalmente gratuito para las y los beneficiarios Crisálida y sus familias, lo anterior en convenio con Comfamiliar Atlántico.

“Todos y todas tenemos derecho a vivir sin ser víctimas de la violencia”.