La comunicación es una valiosa herramienta que te
permite conocer el sentir de tu hijo para de esta manera saber cómo actuar y
guiarlo (a).
Encuentro de padres y madres del grupo de Exploración, en la I.E Francisco de Paula Santander del municipio de Galapa. |
La comunicación es el intercambio de información entre
dos o más personas. Esta puede ser verbal, por ejemplo cuando dos personas
conversan, o puede ser no-verbal, como la información que percibimos a través
de la expresión en la cara de una persona, que gestualmente nos hará saber si
está enojada o alegre.
En los encuentros de padres y madres Crisálida, se socializa la importancia de la comunicación en el hogar. |
La comunicación familiar es básica para ayudar a los
niños, niñas, jóvenes y adolescentes a desarrollar una autoestima fuerte, una
personalidad saludable y unas buenas relaciones sociales, es por eso que la
comunicación con los hijos e hijas implica un ejercicio de confianza traducida
en diálogo abierto.
Una comunicación respetuosa entre todos los miembros
de la familia, permite que todas las partes puedan expresar lo que piensan y
sienten, sin temor a ser rechazados. Esto significa aceptar lo que el otro dice,
pero no necesariamente estar de acuerdo.
Si quieres mejorar la comunicación con tu hijo o hija,
ten en cuenta los siguientes consejos:
1. Busca un buen momento para conversar con tu
hijo, y evita hacerlo en medio de un conflicto.
2. La comunicación se basa en el respeto mutuo
requiere la disposición de admitir y aceptar que los padres o madres de familia
no tienen todas las respuestas y conocimientos para solucionar todos los
problemas.
3. Al dar una información, busca que siempre sea de
una forma positiva.
4. Practica la empatía, es decir, ponerse en el
lugar del otro.
5. Brinda mensajes consistentes y no
contradictorios.
6. Escucha con atención e interés. El escuchar bien
significa evitar interrumpir y poner atención. Esto se logra mejor en un lugar
callado, sin distracciones. Es difícil escuchar cuidadosamente si también está
cocinando o viendo la televisión.
7. Crea un clima emocional que facilite la
comunicación.
8. Evita reaccionar de forma
exagerada. Si reaccionas muy fuerte es probable que lo que sigan son gritos
y acusaciones que acaban con el dialogo. "Trata de mantener fuera de la
conversación tu ansiedad y tus emociones – entonces tu hijo (a) se dispone a la
conversación. En vez de reaccionar con rabia, "es mejor preguntar, ‘¿Qué
piensas sobre lo que hiciste? Vamos a hablar sobre esto’".
9. En vez de enredarse en una
discusión, repite las palabras de tu hijo (a): “A ver si entendí bien.
¿Estás diciendo que...?”. Y luego hágale preguntas como: “¿Por qué piensas
así? ¿Qué te hizo llegar a esa conclusión?”. Anímelo (a) a expresar su postura.
10. Los (as) niños (as) aprenden sobre
todo con el ejemplo. Las palabras amables les hacen sentir bien y les enseñan
cómo se debe hablar. Mientras que las palabras bruscas, además de hacerles
sentir mal, forjan en ellos ese mismo carácter y les predisponen a
comportamientos similares. Expresiones como "por favor" y
"gracias" se incorporan de manera natural a su vocabulario, si forma
parte del trato que ellos mismos reciben.
Encuentro de padres y madres Crisálida en la I.E Jorge Robledo de Barranquilla. |